Académicos turcos y de otros países han condenado la campaña turca contra las provincias kurdas. La respuesta del estado ha sido antidemocrática e inquietante
El 13 de enero dijo el presidente turco Erdoğan a un grupo de académicos:
“Escojan un bando. O están al lado del gobierno turco, o están al lado de los terroristas.” (Fuente)
Un día antes, la Junta Suprema Turca de Educación (YÖK) anunció a ese grupo de académicos que iban a enfrentarse a acciones legales por firmar una petición (Fuente). ¿De qué se trata?
1.128 académicos de 89 universidades de Turquía y más de 355 académicos e investigadores de otros países firmaron un texto en Turquía que llamaba a finalizar la violencia del estado en las provincias kurdas y a que se preparasen las condiciones para una negociación. Entre ellos se encuentran académicos conocidos como Tariq Ali, David Graeber, Cynthia Enloe, Alessandra Mezzadri, Slavoj Zizek, Noam Chomsky, Judith Butler, Immanuel Wallerstein, Franco Berardi, Etienne Balibar y David Harvey.
A continuación viene el texto de la petición (fuente) que ha dado lugar a una respuesta tan dura por parte del gobierno turco. Para dar su apoyo internacional a la petición fírmela y ponga el nombre de su universidad y su título. Se firma en info@barisicinakademisyenler.net:
"El estado turco ha condenado a sus ciudadanos en Sur, Silvan, Nusaybin, Cizrey en muchos otros lugares a la inanición y a morirse de sed, debido a los toques de queda que duran ya varias semanas. Bajo un estado de guerra se están atacando muchos distritos y barrios con armamento pesado. Se están violando el derecho a la vida y a la integridad física, el derecho a la libertad y seguridad frente atropellos, especialmente la prohibición de tortura y maltrato, prácticamente todos los derechos de libertad que están protegidos por la constitución turca y los tratados internacionales que ha firmado Turquía . Esta forma de proceder violenta y sistemática carece de toda base legal. No sólo es una grave intervención en el orden legal, también viola las normas legales internacionales como el derecho internacional, al que está sujeto Turquía.
Hacemos un llamamiento al estado a que ponga inmediatamente fin a esta política de destrucción y de expulsión contra la población de esa región, pero que va dirigida, principalmente, contra la población kurda. Los toques de queda deben ser suspendidos. Los autores y los responsables de las violaciones de los derechos humanos tienen que ser juzgados y los daños materiales e inmateriales que ha sufrido la población han de ser documentados y reparados. Con ese motivo exigimos que observadores nacionales e internacionales independientes tengan libre acceso a las zonas destruidas para que puedan documentar y valorar la situación in situ.
Exigimos del gobierno que cree las condiciones para una solución pacífica del conflicto. Para ello, el gobierno debe presentar una hoja de ruta que permita negociaciones y que tenga en cuenta las demandas de la representación política del movimiento kurdo. Para hacer posible la participación de la opinión pública en este proceso, se deben admitir a las negociaciones observadores del pueblo independientes. Nosotros declaramos nuestra disposición a participar voluntariamente en este proceso de paz.
Estamos en contra de todas las medidas represivas que van dirigidas a la opresión de la oposición social. Exigimos la supresión inmediata de la represión estatal en contra de ciudadanos/as y científicos/as. Como académicos/as y científicos/as de este país declaramos que no vamos a ser cómplices de estos crímenes y que vamos a presentar iniciativas a los partidos políticos en el parlamento y a la opinión pública internacional hasta que se escuchen nuestras demandas.”
ACTUALIZACIÓN 15/01/2016:
El 15 de enero detuvo la policía turca a más de 20 firmantes de esta petición provenientes de la Universidad de Kocaeli. (Fuente – Inglés, Fuente – Alemán)
Mientras que el número de firmantes ya supera los 2.000, el fiscal general del estado en Estambul ha iniciado una investigación de todos los firmantes de la petición. Al parecer se les acusa a los/las académicos/as “inducir a las personas hacia el odio y la enemistad, la difusión de propaganda terrorista a favor del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), humillar a la República de Turquía, al Estado y a sus instituciones, así como a la identidad turca".
Mientras tanto, el , Primer Ministro Davutoğlu ha hecho unas declaraciones inquietantes acerca de que la petición "no se puede considerar en el contexto de la libertad de expresión” (Fuente)
Además, en una entrevista a Judith Butler en el canal 24H del 13 de enero, ésta afirma:" Etiquetar la difusión de críticas como traición es una vieja e indefendible táctica de los gobiernos que quieren ampliar su poder a expensas de la democracia."
Un grupo de estudiantes iraníes han publicado una carta en apoyo a los/las académicos/as que están siendo reprimidos/as por el estado turco. Léala aquí.
Para más información
La Fundación Turca de Derechos Humanos (TIHV) ha publicado una hoja de datos con algunos de los hechos espantosos de la guerra turca en las provincias kurdas.
Amnistía Internacional está desarrollando actualmente una “acción de urgencia” internacional sobre la violación de los DDHH en Turquía.
Una petición independiente urge al gobierno turco a abandonar el camino de la “escalada de violencia, de los abusos contra los derechos humanos que perpetúan el ‘estado de excepción’, especialmente en el Sureste de Turquía” . Esta petición se está difundiendo a través de Change.org.
Traducción: José Luis Martínez Redondo