La siguiente entrevista con el conocido intelectual italiano se realizó en Roma el 19 de abril durante la asamblea nacional de L’Altra Europa con Tsipras.
Fabio Sebastiani: En tu discurso de inicio has dicho que "no hay más tiempo". ¿Se ha logrado hoy algo?
Marco Revelli: Hemos dado un paso muy importante: Hemos construido hoy un sujeto político, dentro de una comunidad que sabe lo que la une y que es capaz de hablar en público y tomar decisiones comunes. Hasta ahora éramos una multitud de personas que se identificaban genéricamente con el proyecto de la lista electoral Altra Europa con Tsipras y que coincidieron en la necesidad de ampliar el campo y continuar después de las elecciones europeas juntos. Hoy somos un sujeto político. Nos hemos definido a nosotros mismos como un sujeto-proyecto, es decir, una entidad que de ninguna manera se ve como autosuficiente, pero que ha nacido para iniciar un proceso colectivo que va mucho más allá de sus componentes actuales con el objetivo muy ambicioso de dar a luz, también en Italia, a una casa común para la izquierda y los demócratas. Esto implica la reconstrucción de la desaparecida izquierda desde abajo y, sin duda, también desde arriba, es decir, trabajando en sus diversas piezas después del diluvio y el cambio general de nuestro marco, así como la mutación genética del Partido Demócrata. Y esto se afirma en nuestra declaración política que es explícita acerca de la necesidad de construir la masa crítica necesaria que no solo sea un simple testigo, sino un actor capaz de cambiar realmente el equilibrio de poder, tanto en Italia como en Europa.
Entre los asuntos que habéis tratado está la reinvención de las modalidades y formas de representación política.
Una de las prioridades que nos fijamos era el debate sobre las formas de la política y de las innovaciones que ésta necesita, reconociendo que hay un proceso de crisis muy grave de las formas políticas del siglo XIX y sobre la necesidad de imaginar formas de estar y actuar juntos que se adecúen a nuestros tiempos.
Otro aspecto central es la representación de las preocupaciones sociales.
Hay una proliferación de iniciativas, particularmente en los últimos meses. Y al mismo tiempo que ha ido creciendo esta tensión, ha surgido, por un lado, la fragmentación enormemente limitante de estas experiencias y, por otro lado, la falta de representación, incluida la representación social. No es casualidad que Landini ha convertido esto, con razón, en el núcleo de su iniciativa. Hemos dado con entusiasmo la bienvenida a la propuesta de la FIOM [Federación Italiana de Trabajadores Metalúrgicos – CGIL] de dar a luz a una coalición social que una de nuevo de forma horizontal lo que está dividido. Estamos convencidos de que esta es una condición necesaria para un cambio del equilibrio de fuerzas, pero no suficiente, porque todavía existe el problema de la representación política y de cómo el proceso de recomposición social se cruza con el proceso vertical de la representación política.
Vosotros os orientais más bien por la situación particular de Liguria, pero aparte de eso, parece que el enfoque de las elecciones regionales está bastante claro …
Estamos a favor de las listas de unidad al contrario del PD. Hay muchos de ellos en la Toscana y en Las Marcas. Y ahí está Liguria, que subrayé en mi discurso, porque hay que ver realmente las condiciones de un desastre en la base social del PD. Es una ruptura dentro del PD, porque creemos que la credibilidad de un proyecto también depende de sus resultados, es decir, de la cantidad de consenso, también consenso electoral, que es capaz de crear. La enmienda que se hizo en la asamblea no fue para sobre-enfatizar el papel de Liguria dentro del panorama general.
¿Qué dirías a los jóvenes para convencerles de que se politicen?
Este es un tema dramático en muchos aspectos, porque ha habido generaciones de hoy que se han perdido para la política, y que la política, por su parte, tiene dispersas y perdidas. Y la comunicación con los jóvenes está bloqueada por una barrera lingüística. Muchas de nuestras palabras, gran parte de nuestro lenguaje y nuestras categorías son desconocidas para los jóvenes, que son las verdaderas víctimas de la situación actual. El compromiso político y colectivo es, en muchos aspectos, un vestigio del pasado, pero mucho dependerá de lo que los jóvenes, por su parte, sean capaces de hacer con respecto a las nuevas líneas de lucha que se están abriendo. Los antiguos partisanos empezaron, esencialmente, a hablar con mi generación de 1968 después de que nosotros empezásemos a movernos. Descubrimos entonces la utilidad de ese diálogo cuando empezamos a decidir quiénes eran nuestros enemigos y quiénes nuestros aliados.
Traducción: José Luis Martínez
Para ver un breve informe de la Asamblea Nacional de L’Altra Europa haga clic aquí.