En la situación actual, el nuevo gobierno de Croacia está demostrando claramente la intención de seguir las tendencias políticas europeas más negativas. Se pueden observar estas tendencias, por ejemplo, en Polonia, Hungría y Ucrania. Hace tres meses, una coalición de partidos de derecha llegó al poder.
La anterior coalición Socialdemócrata fue reemplazada por el HDZ y una coalición que incluye a toda una serie de pequeños partidos de derecha y de extrema derecha. El Partido Socialdemócrata había dirigido el país durante los últimos cuatro años junto a varios partidos liberales.
A los efectos de este artículo, cabe recordar que la llamada revolución de la derecha en Croacia comenzó hace cuatro o cinco años. La nueva era del HDZ comenzó al mismo tiempo que los procedimientos legales contra el líder anterior del HDZ Ivo Sanader (que fue procesado por corrupción), y cuando la calificación política del HDZ estaba en el nivel más bajo de la historia del partido. En ese momento, la nueva dirección del partido y el nuevo presidente Tomislav Karamarko estaban tratando de preparar el partido para los nuevos desafíos y construir sus fuerzas para las próximas elecciones.
El nuevo paradigma político es una síntesis de dos tradiciones políticas: neo-conservadurismo cultural y las políticas económicas conservadoras de la "tercera vía" (que no es ni el socialismo ni el neoliberalismo). En primer lugar, el HDZ ha decidido iniciar los llamados conflictos culturales con el fin de remodelar y transformar la vida política y cultural de la nación. En este sentido, se están utilizando varios métodos: una retórica anticomunista ardiente, una insistencia en la tradición y los valores familiares en la esfera pública, cuyas raíces se encuentran, muy a menudo, en la intolerancia católica, así como la revitalización de las llamadas iniciativas de las "raíces de base" de derechas (un ejemplo es el éxito del referéndum anti-LGBT en 2013). En segundo lugar, el HDZ pensó aplicar ciertas ideas tomadas del concepto alemán de la economía social de mercado. Este paradigma combina la empresa privada, el capitalismo de libre mercado y un gobierno mínimo pero fuerte.
El papel del Estado es triple en estas circunstancias: Asegurar los negocios, controlar los conflictos sociales e introducir una nueva moral.
Ahora, con el HDZ en el poder, nos enfrentamos a muchas tendencias preocupantes. Podemos destacar varias, siendo la última la clericalización de la educación superior (por ejemplo, el intento de fusión de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales en Zagreb con la Facultad Católica de Teología). Otro ejemplo que debe mencionarse es un ataque contra el periodismo independiente (los ejemplos incluyen la suspensión del Fondo para medios de comunicación sin fines de lucro, los cambios de personal por motivos políticos en la televisión nacional y la renuncia del presidente del Consejo de Medios Electrónicos, la agencia reguladora principal de los medios de comunicación del país, con la consecuencia de que el Gobierno pidió que se disolviera todo el Consejo).
El principal problema es la glorificación abierta y explícita del régimen croata Quisling que se mantuvo en el poder durante la Segunda Guerra Mundial. Los más altos funcionarios en el nuevo estado están promoviendo ideas que se convirtieron en su fundamento hace 70 años (por ejemplo, el vicepresidente del Parlamento manifestándose, junto a cientos de partidarios del régimen Ustasha, el Ministro de Cultura aboga abiertamente opiniones revisionistas, la vicepresidenta del Gobierno amenaza a periodistas y trabajadores de la cultura que se open a sus puntos de vista, etc.).
¡Y eso no es todo! Hay algunas particularidades en nuestra vida política nacional que valen la pena mencionar. Entre ellas, el hecho de que las autoridades están constantemente amenazando con un proceso de depuración a cualquiera que se atreva a mencionar nada que tenga que ver con Yugoslavia o el comunismo en la esfera pública.
Además, las autoridades han amenazado con lanzar una nueva reforma del plan de estudios, la expulsión de todos los temas inapropiados en su contenido. Mientras tanto, en el fondo de todo esto los negocios de siempre’ continúan relativamente ininterrumpidos. Por tanto, el nuevo gobierno tiene la intención de privatizar el seguro de salud, así como otros bienes públicos como carreteras estatales, el sector de la energía, ferrocarriles, instalaciones turísticas, empresas petroleras, etc.
Traducción: José Luis Martínez Redondo